¿Cómo manejamos la nutrición en esta campaña?

Nahuel Reussi Calvo es investigador del Conicet, e integrante del Área técnica de Fertilizar, y su participación en la jornada donde se reunió con la prensa especializada, tuvo que ver con las decisiones a tomar en un escenario con desafíos aquí y también afuera.

La incertidumbre parece ser el concepto que nos va a acompañar un buen trecho del camino. Localmente hay un contexto movedizo, en el exterior hay guerra y se resienten jugadores que producen materias primas e insumos para la agricultura; y encima el clima parece esconder sus cartas. Además, el combustible juega su propio partido, con abastecimiento amenazado, costos el alza e impacto en el transporte.

El partido está interesante y queremos jugar

Con un rendimiento de 3200 kilos los productores enterraban una cantidad de fertilizantes atentos a ese objetivo, pero si se piensa en aprovechar la oportunidad que se presenta y apuntar a 5 mil kilos hace falta nutrir a otra escala.

El N, P y S se muestran con balance negativo en la presente campaña, y para producir unos 5000 kilos necesitamos más nutrición.

Alimentar el suelo y esperar kilos en la tolva

La idea es aprovechar el momento para abastecer una creciente clientela de nuevos y pudientes mercados que salen a provisionarse con nuevos oferentes. El área no crece tan fácilmente en el corto plazo y el clima no da señales de generosidad y allí comienza a funcionar la calculadora.

Partamos de ambientes con déficits y allí surgirán las necesidades de nutrición en función de los objetivos planeados. Cada kilo de urea nos ayudará a producir entre 10 y 30 kgs de granos y por cada kilo de P tendremos expectativas de entre 40 y 60 kilos extra en la cosecha. Un poco más arriba estará el rendimiento de cada kilo de S, con objetivos de entre 40 y 80 kgs de cereal extra. Si bien parecen números poco precisos, se toma un promedio de ambientes muy diverso. Es allí donde Reussi Calvo se pregunta: ¿conocemos los ambientes donde sembraremos?, y ¿conocemos en qué condiciones está cada lote?

“Lo primero que debemos hacer para planificar sobre seguro y el primer paso es conocer el suelo. El costo de 3 dólares por hectárea es residual si pensamos que muy probablemente deberemos poner 200 dólares en fertilizantes por hectárea”, razona el especialista.

Y dentro de esta estrategia el Nitrógeno es la bala de plata de cualquier manejo de nutrición de cultivos, y aquí la pregunta sería: ¿cuánto quiero producir y con qué calidad de grano? Y por el nivel de inversión necesaria, ¿dejo la cebada cervecera y paso a la forrajera?

Para ello, Reussi aconseja ponerle valor a la demanda y valorar también la oferta de Nitrógeno.

A las dosis las deciden buenos diagnósticos

Veamos ahora los tres escenarios productivos posibles en la campaña triguera, según expuso Reussi Calvo, y que de algún modo representan la casi totalidad de las regiones trigueras:

– Perfil cargado, zona sin influencia de Niña, con o sin napa

En este caso el especialista sugiere no limitar el N e ir fraccionándolo a partir de la emergencia del cultivo: 2 hojas / macollaje / un nudo…

En este escenario la recomendación es un seguimiento paso a paso y atender a las franjas con necesidades de N.

– Perfil cargado, zona con influencia de Niña y sin napa

En este caso el especialista aconseja una estrategia defensiva aplicando el 70% del N que se tiene como objetivo y realizar por supuesto, un monitoreo permanente de N en franjas con demanda. Atentos a posibles rescates de N durante el encañado del cultivo.

– Perfil seco en profundidad, zona de influencia de Niña y sin napa

En este caso el investigador apunta a que se debe pensar en la próxima campaña de verano

“No pensemos solo en volumen (trigo barato con poco N) pensemos también en calidad del granos, para evitar penalidades. Pensemos en un contenido de proteína mínima del 10%”, aconseja Reussi.

– ¿Y el fósforo? –se interroga el expositor en Fertilizar 2022

– Recuerden al autor que nos hablaba de la casa en pobres condiciones como una metáfora. Si venimos de años de reaprovisionamiento nutritivo alto, tendremos lotes y ambientes aptos para encarar una campaña como la de este año, con costos crecientes de fertilización y escenarios de incertidumbre. Ahora, si tenemos la casa desvencijada y despintada deberemos invertir en mejorar la vivienda que mejor nos disponga para la campaña. Si en los buenos años de la relación de insumo/producto no hicimos nada, no estaremos hoy en el mejor escenario.

– ¿Y en Azufre? –inquiere en modo retórico el especialista.

– Se trata de un nutriente más económico en relación a los otros y con una residualidad importante. Tiene una buena respuesta en cultivos de segunda pero para ello deberemos tener una buena caracterización integral de los ambientes (historia del lote, suelo, napas y respuesta a N, entre otros)

En síntesis, avanza una campaña fina donde los costos crecieron sensiblemente y obliga a inversiones importantes si se quieren hacer las cosas bien. De todos modos, la relación insumos/productos en muy conveniente. Quienes vienen devolviendo al suelo lo que sacan estarán en mejores condiciones de encarar esta campaña y solo restaría conocer si esta presencia Niña muda a neutra para garantizar que prosperen en calidad y cantidad lo que sembremos.

Por Osvaldo iachetta – Redacción TodoAgro

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