Cómo elegir un caballo

La elección de un equino requiere la evaluación de una serie de aspectos para poder cumplir con los objetivos planeados. La mirada del doctor Jorge Genoud.

Nos enfocaremos en  las cualidades de un animal por su tipo, conformación, salud, estado general   o porque se destaca en distintas actividades como el deporte, trabajo, reproducción u otras, porque si lo preferimos  deberá  satisfacer  plenamente con   la aptitud o capacidad para realizar  ese papel. Es importante apreciar  otros aspectos básicos  como: la raza seleccionada y su genealogía,  la posibilidad de adquirir un mestizo, la edad, precio, etc.
Hay deportes y actividades que se cumplen con animales de una raza determinada y esto tiene sus ventajas porque estos equinos fueron criados siguiendo patrones de selección, como: rendimientos o performance propios, desempeño de sus antecesores  en  competencias y  en la reproducción, datos sobresalientes de familiares cercanos,  etc.
De todas formas hay  una condición fundamental y  es su idoneidad   para realizar su función  con eficiencia,  también deberá estar acompañado de buenas   condiciones físicas, aplomos correctos  y   un organismo ausente  de  lesiones. Si se tratara  de un reproductor,   debe ser evaluada la conformación física y funcional de su cuerpo en general y de su aparato genital en particular,  deberán estar ausentes los     defectos hereditarios, es importante conocer su historia reproductiva,  y además, consultar si  tuvo descendencia.
Persona que realiza la elección: La persona  encargada de  la elección, debe tener bien establecido los objetivos para seleccionar, además  contar con la capacidad para  percibir y evaluar con extremada precisión los valores positivos pero también  los negativos de uno o varios equinos. Es  esencial  ser metódico y ordenado,  siguiendo  todos  los pasos necesarios para llegar a la meta final sin olvidar nada por considerar.

Posición de la persona que observa al caballo: el operador debe situarse  adelante del caballo para observarlo,  luego  desde atrás y  ambos costados, realizando una inspección minuciosa y detallada  del cuerpo, cabeza y extremidades del caballo. Lo hará desde  distintas posiciones y la mirada debe recorrer  desde arriba hacia abajo del animal y viceversa, primero debe hacerse desde las  cercanías del animal y luego a  cierta distancia.

¿Qué debe ver?: buscará  reconocer la normalidad de su estado general, conformación,  anatomía, fenotipo,  sus aplomos normales o anormales  y la posible existencia de deformaciones o alteraciones congénitas o adquiridas  situadas en la estructura normal de  tejidos blandos y duros. 

¿En reposo o en movimiento?: inicialmente  se efectúa  en  reposo y luego en movimiento (paso, trote y galope) para detectar anormalidades, como posibles claudicaciones que modifiquen el movimiento normal.

¿Cómo debe ser el piso?: el piso donde estará parado el equino al ser examinado, debe  ser firme, parejo y uniforme, de manera que permita que el animal se apoye perfectamente y de esa forma se vean íntegramente todas las estructuras  físicas que  componen el cuerpo del caballo, aún sus cascos.

En ciertos animales, se realiza un examen de salud,  que comprende un examen clínico integral y se efectúan  diferentes estudios, como análisis de sangre,   radiografías, ecografías, etc.

Por Dr. Jorge M. Genoud – Médico Veterinario
Email: jorgemgenoud@gmail.com
Especial para TodoAgro.com.ar

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