Cierra la ventana óptima de siembra para soja y proyectan los rendimientos más bajos en 12 años

El 76 % de la soja de primera se sembrará fuera del período dónde se obtienen los máximos potenciales. Hace un año se había implantado un 80% de la superficie y preocupaba llegar al límite de la fecha óptima.

En un año normal, la soja de primera en la región núcleo suele sembrarse entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre. A medida que van pasando los días de noviembre, va cayendo el potencial de rinde. Por eso se busca evitar sembrar luego del 15 de noviembre. Hace un año, se había implantado un 80% de la superficie de la soja de primera y preocupaba estar llegando al límite de la fecha ideal de siembra para el área.

En el 2022, según datos provistos por la BCR, se alcanzó a sembrar solo el 24% de la siembra de primera, forzando siembras en lotes dónde solo hay humedad para la germinación, sembrando solo en los mejores lotes y esperando que los pronósticos de lluvia cumplan en los próximos días y permitan una buena implantación.

“La siembra es tan trabada este año, que en algunas zonas incluso se prevé que podría haber soja de primera sembrada a fines de diciembre. Es algo muy inusual lo que está sucediendo en este año, ya que no hay antecedentes de algo similar por lo menos en los últimos 12 años”, señalaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

De esta manera, se espera que este nuevo ciclo de soja de primera 2022/23 tenga el potencial más bajo de rinde de soja de primera de los últimos doce años y las peores condiciones de siembra.

Con un 24% de soja de primera implantada, la siembra se frena a la espera de agua
Son 750.000 ha las que se implantaron en los últimos 7 días y se agregan a las 250.000 ha de la semana pasada. La siembra queda a la espera de nuevas lluvias. La campaña 2022/23 ha quedado envuelta en gran incertidumbre por la gran cantidad de agua que falta en los suelos. El objetivo ha dejado de ser sembrar en las fechas de máximo potencial. El objetivo ahora es sembrar como se pueda las hectáreas que están pendientes. La esperanza está puesta en la  amplia  ventana de siembra que tiene el  cultivo.

¿Cómo avanza la soja dentro y fuera de la “zona del paraguas”?
Si bien toda el área está con las reservas de agua en rojo, la zona donde mayor es el déficit comprende un 42% de la región núcleo. Allí, las precipitaciones acumuladas en lo que va del año arrastran un déficit de 450 mm. El avance de siembra en esta área esta en torno del 10 a 17% y las condiciones de implantación son muy limitantes. En Rojas lo explican así: “desde el 25 de mayo hasta hoy llovieron solo 50 mm: 25 mm en mayo y 25 mm hace 15 días. De esta manera sembramos un 15% en de la soja de primera. Se avanzó en lotes muy bien rotados, barbechados y con buena cobertura. Sin embargo la humedad alcanza únicamente para la germinación por lo que necesitamos sí o sí, que llueva este fin de semana”. Desde Bombal, dicen: “el panorama es desolador: tenemos acumulados en lo que va del año solo 450 mm de los 850 mm promedio anual del área. Cuando caen 20 milímetros el viento se los lleva enseguida”. Allí el avance es del 1% y las labores se frenaron a la espera de agua.

Por fuera del “paraguas”, el 58% restante del territorio de región núcleo lidera el avance. El NO Bonaerense es el área con las mejores condiciones. En Piedritas y alrededores tienen un avance del 50% y continúan sembrando por estos días pero solo lotes con buena cobertura. En lotes laboreados o no bien rotados ya frenaron. Desde Marcos Juárez reportan un 60% de avance. Sin embargo para continuar necesitan entre 15 a 20 mm. Y agregan  que la emergencia está siendo mucho más lenta de lo normal, debido a las bajas temperaturas. En El Trébol alcanzaron el 80% pero aguardan una lluvia que les permita mantener el estado de lo sembrado hasta el momento.

¿Qué dicen los pronósticos de corto plazo para las lluvias de noviembre? Desde hoy (jueves 10) hasta el martes 14 serán días con  probabilidad que se presenten lluvias y tormentas de variada intensidad en diferentes zonas de GEA. El momento de mayor inestabilidad se concentra durante el fin de semana. Si bien no se esperan acumulados demasiado abundantes, las precipitaciones pueden ser relativamente generalizadas y un alivio en aquellos sectores con perfiles menos castigados.  Sin embargo, si se valida este modesto escenario de lluvias la presión pluvial para la segunda quincena del mes va a ser muy importante. Los últimos quince días del mes deberán proveer un volumen de agua alejado de las estadísticas solo para alcanzar los valores normales de noviembre y dar un poco más de previsibilidad a la siembra de la gruesa.

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