Es clave, por ejemplo, lograr una correcta alimentación y cuidado, vigilar su salud, y mantener un eficiente trato diario. Se trata de un trabajo que requiere personal plenamente formado, con conocimientos, dotado de la correspondiente idoneidad y competencia para su atención. También debe saber qué hacer ante una situación anormal, además de colaborar con su recuperación diaria y para que pueda cumplir con todo eso, es indispensable brindarle de antemano una adecuada preparación teórica y práctica.
Desde un punto de vista formal el significado de la palabra capacidad consiste en la aptitud, cualidad o la suficiencia para realizar alguna tarea o el desempeño de un cargo. De igual forma capacitar es proporcionar a una persona una valorable aptitud y de esa forma al dotarlo de una capacidad potencial que lo habilita para desempeñar con eficiencia un cierto tipo de funciones.
Un porcentaje de mano de obra que tiene trato con el caballo ha sido formada a través de una enseñanza empírica, transmitida de generación en generación y basada en la transferencia de experiencias vividas. Si bien ello es meritorio, es preciado que a esa capacidad para tratar un caballo con ese “ojo clínico” que brinda la práctica con equinos, sea provechoso poder sumarle un oportuno entrenamiento con la tecnología de cuidar caballos.
A las personas que están en contacto continuo con los caballos los enriquece laboralmente ese aprendizaje. Permite obtener resultados magníficos, comprobados, que redundarán en un beneficio indiscutido para los equinos, como suele observarse en diferentes establecimientos. Estos conocimientos deben ser brindados con un lenguaje claro y conciso, su objetivo es poder trabajar en forma conjunta con el dueño y con los profesionales encargados de la salud de los equinos.
Esa enseñanza aportada, le permitirá adquirir sabiduría y sumar habilidades para integrar un eficiente equipo de trabajo, lo transformará en un personal poseedor de una destreza técnica concreta que será apreciada y que lo posicionan como una parte activa que se caracteriza por contribuir con valores y actitudes individuales, destacables al momento de realizar con eficiencia su trabajo.
Además podrá reflejar la adquisición de esos nuevos conocimientos en experiencias presentes y futuras, especializarse, adquirir técnicas recientes, reconocer con premura una alteración y fundamentalmente poder actuar ante una emergencia.
Comprender la magnitud y la significación de la capacitación del personal es sustancial, como lo hacen diversas actividades eficientes no relacionadas con el caballo, como por ejemplo el comercio o la industria. Ese potencial, debe ser considerado por los propietarios de los animales debido a los innumerables beneficios que aporta un cambio innegable en las aptitudes individuales y en la eficiencia del personal, permite la formación de un individuo eficiente, habilidoso, con talento y destreza y de esa forma contribuirá al éxito de su labor.
Por el Dr. Jorge M. Genoud – Médico Veterinario – Especial para TodoAgro.com.ar