Argentina exhibe un buen nivel tecnológico en su agricultura

El nivel tecnológico refiere a un concepto amplio que incluye tanto el nivel de utilización de insumos como las prácticas de manejo empleadas en cada cultivo para cada zona del país. De la conjunción de estos dos aspectos se determinan tres niveles tecnológicos: alto, medio y bajo.

En Argentina, en la campaña 2021/22, la producción nacional nuevamente estuvo concentrada en niveles medios de tecnología, se presentó una distribución de la adopción de nivel tecnológico de: 36 % de nivel alto, 59 % de nivel medio y 5% nivel bajo. Este indicador comprende los seis cultivos relevados (trigo, cebada, soja, maíz, sorgo y girasol).

Los cultivos de gruesa estuvieron concentrados en niveles medios de tecnología. Dentro de eso, se observaron diferencias entre cultivos: el maíz presentó el mayor porcentaje de adopción de nivel alto; soja, girasol y sorgo presentaron elevados porcentajes de nivel medio. A la vez, sorgo fue el cultivo que presentó el mayor porcentaje de nivel bajo, sin embargo es importante destacar que en las últimas dos campañas la tecnología aplicada al mismo ha mejorado.

En el gráfico 1 se presenta la adopción de nivel tecnológico en la campaña 2021/22 para los cultivos de gruesa y para el agregado nacional.

Adopción de siembra directa

La siembra directa (SD) es parte de un sistema integral de producción de granos, que consiste principalmente en la implantación del cultivo sin remoción de suelo y la permanencia de cobertura con residuos de cosecha.

En la campaña 2021/22 la adopción de siembra directa fue de 90% del área nacional, que registró una pequeña recuperación de un 1 p.p. en comparación con la campaña anterior.

Por otro lado, en el mapa 1 se observa la adopción regional de siembra directa para la campaña 2021/22. Las diferencias entre regiones productivas muestran un rango de adopción entre 73% a 98%. En el Norte de Santa Fe y Sudoeste de la provincia de Buenos Aires y Sur de La Pampa se observaron los valores más bajos, esto se debe principalmente al peso que presenta el cultivo de girasol. El mismo es el cultivo con menor adopción de siembra directa.

A pesar de estos porcentajes, ambas regiones presentaron un aumento en la adopción de siembra directa en comparación al ciclo previo.

La baja adopción de siembra directa estuvo relacionada con la utilización de labranza convencional como estrategia para el control de malezas resistentes, al elevado precio de los insumos y a problemas de compactación en determinados lotes, entre otros motivos.

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