Argentina es el primer productor y exportador mundial de Jojoba

El cultivo no presenta mayores dificultades en su manejo, puesto que no demanda labores complejas, al tiempo que es una especie poco afectada por patógenos e insectos.

En 1976, se iniciaba el cultivo de la jojoba en muestro país. Esta primera implantación, con simientes provenientes de  la Universidad de Arizona, se produjo en la localidad de Las Oscuras, Provincia de Córdoba. Aún por estos días sobreviven a la acción del ganado bovino, ejemplares de esta plantación original. A 29 años, de aquel paso inicial, Argentina se ha  convertido en el primer productor y exportador mundial de aceite y semillas de jojoba.
La jojoba, que desde su implantación a comenzar a ser productivo demora 5 años, es un arbusto compuesto por plantas machos y plantas hembras, relativamente bajo  encontrando su hábitat apropiado en zonas semidesérticas, es originario de Sonora, México.  Las semillas tienen un aspecto parecido a las de café, pero con una composición muy distinta. El 50% del peso de dichas semillas lo contribuyen unas grasas vegetales del tipo cera.
El cultivo de jojoba no presenta mayores dificultades en su manejo, puesto  que no demanda labores complejas, al tiempo que es una especie poco afectada por patógenos e insectos. La semilla de jojoba es poco perecible, razón por la cual puede ser almacenada sin necesidad de efectuar manipuleos o tratamientos de post cosecha, con lo que se facilita su tenencia para comercializarla en momentos propicios. El mercado de jojoba, si bien sufre altibajos por variantes en sus cotizaciones, en términos generales puede considerarse seguro, registrándose una demanda sostenida fundamentalmente por la industria cosmética. Comercialmente hablando su explotación permite alcanzar una rentabilidad atractiva, en comparación con otros rubros agrícolas adecuados a los ecosistemas.
Aunque en el presente, prácticamente toda la jojoba es destinada a la cosmetología, donde es muy preciada por la obtención de productos de alta calidad, los precursores enfocaban su aplicación de la cera líquida, también sus propiedades la constituyen en una alternativa 
de la industria farmacológica y últimamente hay estudios que hablan de buenas aptitudes energéticas, por lo que no se descarta como variante para los biocombustibles. Dado a su similitud, la cera de jojoba está remplazando en gran medida al aceite de ballena, (producto este que está escaseando como consecuencia de la gran disminución de estos cetáceos, amenazados de extinción) A los efectos de efectuar comparaciones, se considera que con una hectárea de jojoba se logra una producción semejante a la de 30 ballenas. Hasta el presente las ceras emanadas de la jojoba se emplean principalmente para fabricar jabones y perfumes. No obstante, también tiene aptitud para elaborar lacas, lustres, tintas, pinturas, barnices, gomas, etc.. En lo que hace a la perfumería de calidad, no tiene rivales de consideración, esto se debe a que la persistencia de sus alcoholes aromáticos que no son igualados por ningún otro corpúsculo vegetal.
Científicos especialistas, sostienen que la jojoba ofrece excelentes posibilidades para la formulación de lubricantes “verdes”, estos van ganando participación en los mercados europeos y estadounidenses de manera paulatina. Actualmente representan el 2% de las ventas mundiales, lo que significa unos 26.800 millones de dólares anuales. Quienes conocen de números, progresiones, rendimientos y aplicaciones, aseveran que si la jojoba confirma las expectativas generadas en torno a la obtención de lubricantes, la semilla subirá considerablemente su cotización, cuyo valor real no se expresa, como consecuencia de reglas corporativas impuestas por los perfumeros asiáticos. No en vano Repsol YPF está sumamente interesado en incursionar en la materia.
De un total de 4.030 hectáreas implantadas en nuestro país, La Rioja en primer término, seguida por Catamarca concentran el grueso de la superficie nacional, entre ambas superan las 3.500 hectáreas cultivadas con este arbusto, que también se implanta en otras provincias andinas con bajas precipitaciones. En la zona de Traslasierras, de la provincia de Córdoba, se han dispuesto plantaciones, compartiendo espacio con la vid y los nogales.
El más importante emprendimiento está emplazado en Aimogasta (La Rioja) que presenta la peculiaridad de contar en producción con 700 bajo riego. Argentina exportó el año último 1.500 toneladas de cera líquida, por un valor aproximado  a US$ 9.000.000 de dólares. El kilo de cera o aceite de jojoba varía entre US$ 6 y US$ 10. En cuanto al destino de la producción se dirige a Estados Unidos, Alemania, Francia, Japón, China y Tailandia.
Uno de los grades desafíos en el país para el futuro inmediato, es pasar de ser exportador de jojoba a serlo de perfumes.

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