Debido a que el movimiento de las langostas depende del viento y las temperaturas, existe la posibilidad de que se desplacen hacia el sur.
El Ingeniero Agrónimo Maximiliano Mignani, coordinador de protección vegetal del Centro Regional Córdoba del Senasa, explica de qué forma están trabajando para disminuir la población y su impacto en la producción.