Con asistencia de INTI, la empresa sanjuanina puso en marcha un modelo de readecuación de sus procesos con el objetivo de introducirse en los mercados. La asistencia, llevada a cabo en pleno contexto de pandemia, le permitió a la empresa colocar sus productos en el mercado brasileño.
La empresa solicitó asesoramientos al INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) para implementar HACCP (Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control) según la norma del Mercosur NM 323:2010 que se aplica como gestión de la inocuidad en la elaboración de alimentos.
La aplicación de los sistemas HACCP, evolucionaron y se extendieron hasta conformar una base para el control oficial de los alimentos, establecer normas para su inocuidad y favorecer el comercio internacional.
Es un sistema proactivo de gestión que implica controlar puntos críticos de control en la manipulación de alimentos y así minimizar el riesgo de desviaciones que podrían afectar su inocuidad. El sistema puede ser usado en todos los niveles de manipulación de alimentos, y es un elemento importante de la gestión global de la calidad.
La empresa sanjuanina se dedica a la producción de aceite de oliva extra virgen envasado y para poder exportar requiere adecuarse a cada especificación técnica que los mercados internaciones le imponen. La calidad en el proceso es un requisito de la empresa que tiene como objetivo llegar a procesar, en un futuro no muy lejano, cinco millones de kilos de aceitunas.
Yanina Ocampo, profesional de INTI en San Juan orientó a El Mistol a formar un equipo multidisciplinario integrado por personal propio que contaba con conocimiento y experiencia específica sobre el producto, los procesos de producción y los peligros relacionados con la inocuidad. El directorio de la empresa, con asesoría de INTI, definió el alcance del sistema y sus planes a fin de colocar sus productos en el mercado brasileño.
El trabajo conjunto entre INTI, organismo dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, y El Mistol generó especificaciones técnicas del producto y de cada uno de los insumos que forman parte de la trazabilidad del aceite de oliva e insta a trabajar en el desarrollo de proveedores locales para que cumplan con dichos requisitos.
El INTI investigó y redactó las especificaciones técnicas para el tipo de aceitunas, el grado de madurez, la calidad, el estado sanitario y los límites en los niveles de residuos y en los componentes físico químicos. Se realizó un desglose completo de las especificaciones que la empresa necesita para mantener y mejorar la calidad de su producto. El trabajo se realizó tanto para la compra de aceitunas como para los elementos necesarios para el embotellado y los envoltorios del producto para un transporte seguro.
Cuando se tiene un desglose completo de las especificaciones técnicas que se requieren para la elaboración del aceite de oliva extra virgen envasado, se fortalece el vínculo con los proveedores y genera una cadena virtuosa que amplía y diversifica las posibilidades de mercado.
“La propuesta de INTI nos pareció favorable y práctica para el ritmo que llevamos nosotros. El hecho de trabajar durante siete meses cumplimentando paulatinamente con los requisitos propuestos nos permitió alcanzar un modelo de adecuación a la norma de calidad”, afirmó Victoria Mercado, directora técnica de El Mistol.
“El sistema que proponemos desde INTI ordena a las empresas y direcciona la atención hacia la calidad, la inocuidad y el cumplimiento de normas de mercados internacionales. Los productos argentinos son muy buenos y lo que necesitan las empresas, muchas veces, es un ordenamiento del sistema para seguir la trazabilidad, el vínculo con los proveedores y el trabajo de producción. Para ello, proponemos un modelo de orden en todo el sistema de la calidad”, afirmó Yanina Ocampo, responsable del área de Agroindustrias, Calidad y Metrología del INTI en San Juan.
La empresa olivícola tiene experiencia habiendo completado exportaciones a algunos países de Latinoamérica y Europa. Actualmente, se encuentra en pleno proceso de expansión regional y en su plan estratégico tiene como objetivo certificar las normas de calidad que le permitan acceder a los mercados más exigentes de Asia y Europa.
El vínculo entre la empresa El Mistol y el INTI lleva algunos años en la búsqueda de mejora y cooperación tecnológica. En su origen, la empresa se acercó al instituto, específicamente al centro de Ambiente para que la asistan en el diseño de su planta de tratamiento de agua; en la actualidad, se encuentra –con asistencia de INTI- en los inicios de un nuevo proyecto para conseguir la certificación BRC (British Retail Consortium) lo que le permitirá cumplir con las normas para acceder al exigente mercado británico.